Cuando una familia busca entablar nuevas formas de comunicación para consolidar un vínculo de confianza entre padres e hijos, es necesario poner en marcha una serie de técnicas y estrategia que permitan una mejor dinámica en las relaciones personales. Este es el gran reto que los líderes de la familia deben afrontar con prontitud y prudencia. ¿Hablar con mi hijo sobre sexo? ¿Cómo, cuándo, dónde?
Preguntas como estas circulan por la mente de un padre, quien debe asumir una actitud responsable y hablar en el momento oportuno sobre educación sexual con sus hijos. Aunque entablar una comunicación fluida en tiempos de adolescencia es una tarea realmente complicada (especialmente si nunca existió un ambiente de confianza), lo más conveniente es evitar cualquier tipo de presión en la elección del menor.
A estas alturas, el adolescente no quiere ser tratado como un pequeño, y tiene razón. Ahora es posible hablar de una serie de temas que puede entender a la perfección. En ese sentido, los términos “pene” y “vagina” han dejado de ser un tema tabú para su edad, por el contrario, la curiosidad natural ha conllevado al descubrimiento de nuevos conocimientos y experiencias que requieren de un horizonte educativo.
La etapa ideal para empezar hablar sobre estos tipos de temas es durante la primaria, cuando los niños comprenden el contexto biológico y sociológico de su naturaleza. Aquí es cuando los niños deben saber cómo es que llegaron al mundo y en qué consiste una relación sexual. Con el paso de los años, los temas de prevención sexual, uso de preservativos y enfermedades de transmisión sexual deben ser tratados con claridad, sutileza y orientación.