Aquí algunos consejos y recomendaciones para que ingresar a la guardería no sea un martirio.
Por muchos que sean los motivos, los primeros días en la guardería no siempre son los mejores, sobre todo cuando el niño no está acostumbrado a la convivencia de la escuela infantil, con otros niños de su edad y lejos de sus papás. Sin embargo, un factor determinante para la adaptación es el apoyo que pueden brindar los padres desde el hogar.
Lo más aconsejable es motivar desde antes al niño y hablarle sobre un lugar hermoso que está a punto de conocer. Para ello es importante tomar las precauciones y levantarse desde temprano para evitar la prisa, pues de lo contrario sólo podría generar mayor angustia. Durante su llegada recíbalo con un fuerte abrazo y aproveche la oportunidad para conversar cómo es que le ha ido.
No está de más elaborar un singular álbum de fotos para colocar una serie de recuerdos y que su niño pueda ir reconociendo los lugares que aparecen así como sus nuevos amiguitos y maestros.
Finalmente, si su niño repentinamente ha dejado de comer como de costumbre o se mantiene callado, la ayuda profesional siempre es recomendable. Recuerde que como padre o madre es de vital importancia percibir cualquier síntoma extraño.