Aquí algunos consejos para sentarse en la mesa y conversar de sexo en familia:
Lo primero que debes hacer es tomar la iniciativa en el tiempo adecuado, así no te verás sorprendido intempestivamente. La pubertad es la etapa más importante en el desarrollo físico y mental de un adolescente, el momento explícito para aproximarte a tener una conversación sobre temas de sexo.
Los viejos cuentos quedaron atrás, no hay excusas para evadir una conversación, más aún cuando tu hijo ha pasado por la etapa de la niñez viviendo engañado. Antes de dar un consejo o responder una inquietud es imprescindible prepararse y ahondar en el tema para responder sabiamente ante cada duda. Para ello existen varios libros, información por Internet y especialistas que te pueden orientar al respecto.
No olvide tratar sobre los métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual (ETS) y aspectos relacionados con la prevención durante una relación sexual como el uso del condón. Ponga énfasis en las consecuencias que podría generar una negligencia o descuido, este punto debe puntualizarse claramente para que no quede ninguna ambigüedad.
Sin importar lo que oigas y por más escandalosas que resulte una pregunta, compórtate a la altura de las circunstancias y no dejes vacíos en un tema tan delicado como el sexo. Recuerda que se trata de un proceso natural de la vida por el que tus hijos pasarán una vez. El apoyo familiar es la base de una construcción sólida, la confianza es el argumento sustancial para hacer frente ante las malas influencias y amistades que desinforman o inducen a una iniciación prematura.