En ese sentido, los padres tenemos la gran responsabilidad de acompañarlos en las distintas etapas de crecimiento y desarrollo, una de ellas es el paso de la guardería al colegio.
Aunque la incursión al colegio no debería traer mayores percances, sobre todo si tenemos en cuenta cómo resultó la primera convivencia en la guardería, siempre existe la posibilidad de toparnos con una serie de complicaciones.
A diferencia de la guardería, estudiar en el colegio implica una serie de aspectos que bien podrían escapar de nuestra vista, sin embargo, para los más pequeños el problema está más claro que el agua. Es aquí cuando los padres debemos hacer un esfuerzo para identificar y prevenir este tipo de dificultades que impidan una correcta adaptación en el colegio.
En primer lugar tenemos el cambio de escenario. Mientras que en la guardería el niño estaba acostumbrado a convivir en un pequeño espacio y estar siempre acompañada de su maestra, ahora la situación es diferente porque deberá convivir con una mayor cantidad de personas en un lugar más grande.
Para que esta primera impresión no infunda el temor, lo más recomendable es contarles a nuestros hijos todo lo que está a punto de pasar. Es preferible ser muy precisos a la hora de contar los detalles, incluso no estaría de más adelantarte que probablemente vea a otros niños llorando por su mamá. Recuerda que el objetivo es que nuestros pequeños se sientan en confianza para expresar sus temores e inquietudes.