La idea de los retratos estáticos han quedado en el olvido, ahora las nuevas tendencias nos permiten recurrir a nuevas alternativas que permitan plasmar la personalidad de cada individuo. En ese sentido, las imágenes dinámicas o en movimiento son una excelente oportunidad para resaltar el cabello suelto, una carcajada, una postura o la vitalidad y el físico de la persona que está al frente del lente.
Bajo esta misma línea debemos aplicar el ángulo correcto. Sin dejar de ser ortodoxos, es posible conseguir retratos muy originales desde una perspectiva que añada un plus innovador para resaltar la imagen de la persona. Todo depende de la capacidad creativa del fotógrafo para hallar el perfil adecuado.
Y si la perspectiva es un tema de vital importancia, la distancia y propiamente el zoom son características indispensables que implican un verdadero reto para todo fotógrafo. Aquí se pone a prueba el criterio personal de cada profesional, que deberá elegir la distancia adecuada entre el lente y el modelo.
Dicen que los ojos son el reflejo del alma, y en un retrato es imposible ignorar la mirada del modelo, uno de los elementos esenciales en la composición general del retrato. Encuentra la dirección oportuna para capturar una mirada espontánea y natural.