Sin embargo, existen problemas que repercuten seriamente en la actitud y la autoestima principalmente de muchas mujeres, nos referimos a aquellos desperfectos que con el tiempo salen a relucir y podrían afectar seriamente nuestra vida sexual.
Cuando pasan los años es posible que nuestro cuerpo no sea el mismo de antes. En el caso de los hombres, esta situación no es sinónimo de mucha preocupación, pero en las mujeres ocurre un constante sufrimiento que evidencia su necesidad de ser aceptada nuevamente por la sociedad.
Este tipo de problemas es capaz de provocar una serie de conflictos durante la intimidad, especialmente cuando la mujer evita mostrarse desnuda por vergüenza a mostrar esos kilos de más. Es así que nacen los complejos por el peso, una idea que afecta a la mayoría de mujeres que se sienten cansadas por tener un cuerpo que limita su actividad sexual.
Poco a poco comienzan los primeros cambios, que no tardan en evidenciarse cuando la mujer prefiere las posturas sexuales “estéticamente más beneficiosas”. La situación empeora con la aparición de estrías y celulitis debido a cuestiones genéticas, embarazos o una pérdida común de colágeno.
Para acabar con los complejos y la necesidad de sentirse bien con uno misma es importarse aceptar nuestro cuerpo y hacer el mayor esfuerzo por mantenernos sanas. El sexo se ha hecho para disfrutar en pareja, y con el paso del tiempo ningún maquillaje o truco evitará disimular aquellos cambios por los que deberemos pasar de todos modos.