Existe toda una variedad de diseños y modelos en torno a las alfombras de sisal. Sin embargo, el trabajo más difícil nos lo llevamos al momento de tener que lidiar con tanta suciedad. Limpiar una alfombra de sisal no es tarea fácil, requiere de un mantenimiento especial religiosamente continuo. Por tal motivo, aquí los consejos más importantes para tu rutina de todos los días.
No esperes a echar a perder una buena alfombra de sisal para aprender a conservar un producto de muy buena calidad y rendimiento. Por el contrario, evita una situación así y prepárate para mantener en perfectas condiciones tu impecable alfombra.
Pues bien, lo más importante en casos como éstos es ser perseverantes y no bajar los brazos. Por ello, debemos de cumplir fielmente con nuestra rutina diaria de limpieza, ya que al más mínimo descuido echaríamos a perder toda la decoración de nuestra terraza salón.
En primer lugar vamos a pasar una escoba por encima de la alfombra barriendo por todos los rincones. Seguidamente es momento de hacer uso de nuestra aspiradora para retirar todo el polvo que pudo contenerse durante el día anterior. Evita a toda costa que la alfombra se moje o esté en ambientes húmedos pues terminará por deteriorar el producto en su conjunto.
Paras las manchas también hay un trato especial. Si es de café, leche o chocolate, lo recomendable es limpiar con un cepillo especial con agua y detergente. El proceso debe ser rápido, pues de lo contrario nuestra alfombra de sisal absorbería los líquidos. En caso de grasa o aceite, debemos verter un poco de harina o polvos de talco para absorber toda la grasa que está sobre la superficie. Finalmente repetimos el paso del cepillo.