Hay personas que pese a sus buenos gustos por la moda son alérgicos al material de las moquetas, o peor aún, al polvo que se concentra en su interior. ¿Es posible disfrutar de una excelente decoración sin dañar nuestra salud?
No es ninguna novedad que el polvo en el hogar congrega cualquier cantidad de bacterias, generando enfermedades y causando malestares en las vías respiratorias. El uso e instalación de moquetas no son ajenos a esta realidad, concentrando una buena cantidad de polvo que se mantiene en el material de las alfombras con el paso del tiempo.
La probabilidad de contraer una enfermedad respiratoria aumenta en el caso de los ambientes cerrados, donde la oxigenación es poca y la convivencia con el virus se hace frecuente. Las personas más propensas sufren de alergia al material y a la contaminación que produce una moqueta.
Para este tipo de personas lo más recomendable es evitar el uso de materiales tóxicos que perjudiquen el buen estado de la salud. Más allá de una decoración sofisticada y vanguardista, no hay nada mejor que sentirse bien con uno mismo y anular los riesgos de infecciones y problemas respiratorios.
Si vas a comprar una moqueta, lo más recomendable es contar con las condiciones adecuadas para que la concentración de polvo no afecte a ninguno de tus seres queridos. Lo que empieza como una cuestión estética podría terminar en daños irreparables.